Debido a los últimos sucesos que han sacudido los noticiarios y conmocionado a la población mundial por culpa de los atentados terroristas que tuvieron lugar en Francia la pasada semana, se han comenzado a levantar las primeras voces críticas apuntando a posibles reacciones derivadas de lo sucedido.

Como no es nuestra intención politizar éste post, vamos a centrarnos en lo que nos pertoca y es en las represalias que se pretender tener contra la tecnología y es que desde el parlamento británico, el primer ministro británico David Cameron ha declarado que si surge re-elegido en los próximos comicios se podría llegar a prohibir el uso de ciertas aplicaciones de comunicación que cifren sus conversaciones como podrían ser WhatsApp, Snapchat o Telegram para evitar que posibles futuros infractores de la ley las pudieran utilizar para realizar sus actos delictivos sin que ningún cuerpo de seguridad pueda acceder a ellas y así evitarlas.

Como ya anunciamos, la aplicación de mensajería más utilizada del planeta, Whatsapp, estaba trabajando en un cifrado completo e irreversible (algo presuntuoso por cierto...) sin conocimiento de una clave de cifrado que se establecía entre los dispositivo de origen y destino de la comunicación, como ya realizan otras aplicaciones tanto de competencia directa en su sector como de acceso a redes sociales o de comunicaciones con sistemas de almacenamiento en la nube.

Como ya sucediera con otras aplicaciones como Uber, que generan un modelo incapaz de ser controlado por los gobiernos, se opta por la ilegalización con una excusa algo vanal y poniendo en evidencia la incapacidad de nuestros gobiernos de aceptar la realidad que no es otra de que ellos mismos se contradicen, fomentan el uso y la compartición de vehículos particulares para eliminar contaminación pero criminalizan a quien lo pone en práctica al igual que intentan ser referentes tecnológicos pero ponen trabas a quien progresa desde fuera de su dominio.

No es la solución prohibir el uso de una herramienta que ha estado presente desde el origen de los tiempos, puesto que la criptografía y el cifrado de mensajes lleva presente en nuestra sociedad desde que ésta existe y que ha sido utilizado en multitud de conflictos y situaciones por los mismos que ahora quieren prohibirlo, cosa que aunque parece complicado que se lleve a cabo, en caso de que resultara podría contagiarse y ser emulado por otros gobiernos con el fin de controlar las comunicaciones, además de que en España somos especialistas en legislar en contra de la evolución de la tecnología como se puede apreciar en vista de las sentencias judiciales que obligan al cierre de páginas web por compartir enlaces, al pago de cánones en los soportes de datos por 'lo que se pueda grabar', la libertad de empresas privadas para cobrar por escuchar música o la última que fué el obligar a los agregadores de contenidos a pagar a los generadores de noticias por enviarles tráfico a sus páginas, lo que obligó al cierre de Google News en nuestro territorio.

¿Pensais que llegará a producirse la prohibición?

¿Que opinais al respecto?