El viernes se conoció la noticia de que se habían filtrado miles de fotografías privadas de multitud de usuarios del servicio proporcionado por SnapChat, similar al caso CelebGate, donde cantidad de imágenes del servicio iCloud de Apple se filtraron, aunque en ésta ocasión son imágenes de usuarios normales y no de personajes conocidos.

Este servicio se caracteriza porque permite compartir imágenes en tiempo real pero que tras transcurrido un periodo de tiempo se eliminan sin dejar rastro evitando así que en el futuro esas imágenes pueda reaparecer.

El viernes apareció en el foro 4chan un fichero de 13 GB con miles de imágenes intimas de usuarios del servicio y aunque los responsables anunciaron en su cuenta de Twitter que sus servidores nunca habían sido hackeados, las filtraciones se podían haber producido a través de aplicaciones de terceros, aunque su uso está prohibido según las condiciones del servicio.

Snapchat se toma muy en serio la privacidad de sus usuarios, la esencia del servicio, por eso siguen muy de cerca las aplicaciones que aparecen en las stores oficiales, que aunque tienen la aparente finalidad de simplificar la vida del usuario final son ilegales, con bastante éxito hasta la fecha, pero no pueden actuar siempre con la celeridad que querrían, puesto que entre que aparece una aplicación y consiguen que ésta sea eliminada, mucho usuarios pueden haberla descargado y hacerla circular por stores alternativos.

Al parecer algunas de éstas aplicaciones están creadas con la finalidad de que esas fotografías o Snaps que deberían desaparecer pasado el tiempo estipulado por el usuario que las cuelga no lo hagan, permitiendo mantenerlas en servidores ajenos, y éstos son los que a priori podrían haber sido hackeados.

Se baraja la posibilidad de que el ataque lo hayan sufrido los servidores de SnapSave o SnapKeep, y aunque con un rápido vistazo en los buscadores vemos que incluso tienen página oficial que permite la descarga, ambas han sido eliminadas de la store de Google para Android, no podemos decir lo mismo de iTunes, donde aún están disponibles.

Desde Técnicos Web les recomendamos siempre no descargar aplicaciones desde fuera de los stores oficiales, dado el alto riesgo que se corre por la falta de control que tienen esas apps, pero una vez más se comprueba que esos controles de calidad de las apps publicadas deberían ser todavía más rigurosos para proteger más al usuario final porque se repite con demasiada frecuencia el caso de apps maliciosas o con fines diferentes (o sin fin definido) a los que intentan vender como ya ocurrió con el antivirus VirusShield, que obligó a Google a retornar los pagos realizados por ésta aplicación.

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